La asimetría en la captación de la atención sexual que la sociedad occidental opera entre los dos sexos, partiendo del sistema taxativo judío y cristiano, determina que el hombre sufre una asimetría centrífuga que lo hace ser rechazado hacia afuera y la mujer una de tipo concéntrico que hace que sea el centro de atracción de toda la sociedad como un peso gravitatorio sexual, eso produce que el hombre sea marginado, captado al consumo de porno cometiéndose un crimen de lesa humanidad al ser reprimida y manipulada la libertad de expresión sexual que termina en mayor desigualdad económica, política y aumento de la violencia. Fuentes: libro Refutando a Amarna Miller.